Las lenguas naturales se contraponen a otras formas de lenguaje tanto humanas como no humanas. Así junto con las lenguas naturales humanas tenemos:
• El lenguaje animal que tiene intencionalidad, expresividad, representatividad e incluso puede llegar a la simulación y el fingimiento; pero en el que no se han encontrado presencia de algo que podamos llamar estructuras sintácticas.
• Los lenguajes formales usadas por el hombre, entre los cuales están la lógica matemática o los lenguajes de programación. Que son estructuras dotadas de algo similar a la sintaxis de las lenguas humanas, pero tienen un alcance más reducido que las lenguas naturales humanas.
Diferencias con el lenguaje formal
Al contrario que en el lenguaje formal, donde el significado de una cadena o frase sólo está influido por su aspecto o "forma", en los lenguajes naturales la semántica o significado específico y contextual de sus componentes intervienen en la validez o no de la frase, añadiendo complejidad a su estudio.
La lingüística es la rama del saber que se encarga del estudio del lenguaje, entendido como el conjunto de reglas que gobierna cualquier proceso de comunicación.
Admitiendo la existencia de reglas de comunicación, la lingüística estructural llegó a definir extensivamente un determinada lengua natural como el conjunto de frases que se pueden emitir y utilizar en esa lengua.
A finales de la década de los años 1950 Noam Chomsky propuso incorporar los lenguajes naturales al tipo de lenguajes susceptibles de ser estudiados por los sistemas formales por medio de gramáticas generativas, que darán lugar a las cadenas o frases válidas en un lenguaje dado.
Diferencias con el lenguaje animal
En el siglo XX se estudiaron con detalle los sistemas de comunicación e interacción social de numerosos animales. Eso llevó a descubrir que muchas de las características presentes en las lenguas naturales humanas también estaban presentes en el lenguaje animal. Sin embargo un pequeño número de características parecen exclusivas de las lenguas humanas entre ellas:
• La estructura sintáctica, por la cual los sonidos o partes significativas de la comunicación tienen una ordenación jerárquica, en la que el cambio de orden de los elementos puede conducir a mensajes diferentes (e.g. (el) muro de piedra - (la) piedra del muro).
• La productividad, por la cual un conjunto finito de elementos permiten la generación de un número potencialmente infinito de mensajes semánticamente diferentes.
• Existencia de función metalingüística, por la cual el propio lenguaje puede referirse a la forma de lo que se ha dicho, o hablar del propio lenguaje.
Sorprendentemente el lenguaje animal permite la prevaricación o la "mentira" en el sentido de que algunos animales pueden llegar a simular gritos de alarma falsos para confundir a otros individuos.
Orígenes de las lenguas en los seres humanos
Con respecto al origen de las lenguas, existen dos posturas básicas:
• La monogénesis o hipótesis de que en última instancia todas las lenguas del mundo derivan de una única lengua ancestral, es decir, la hipótesis de que las lenguas humanas surgieron por diversificación de una protolengua que surgió en un determinado momento evolutivo de la especie, a partir del cual continuaron existiendo las lenguas humanas. En la antigüedad, esta teoría encuentra paralelismo con la fábula de Babel, contenida en la Biblia.
• La poligénesis, sostiene que el proceso que dio lugar a las lenguas humanas pudo suceder en diversos lugares y momentos.1
En ambos casos, después de la aparición de una o más lenguas actuaron procesos de diversificación o cambio lingüístico que aumentaron el número de lenguas, hasta llegar a los varios miles de lenguas existentes en la actualidad.
La teoría de lingüística de las lenguas criollas y los pidgins sugiere que el proceso de formación de una lengua natural genuina a partir de un input lingüístico adecuado puede llevar tan poco tiempo como una generación. El caso del idioma de señas de Nicaragua creada a partir de un sistema semiótico inconsistente es un ejemplo paradigmático de como puede formarse una lengua consistente con una gramática bien fijada, a partir de elementos inconsistentes.
La monogénesis indica un origen único de las lenguas del mundo, todas las lenguas actuales se habrían formado mediante el cambio lingüístico a partir de una primera que se fue diferenciando en lenguas ininteligibles. El primer científico serio en publicarla fue el lingüista italiano Alfredo Trombetti, en el libro L'Unità d'origine del linguaggio, publicado en 1905. Más modernamente Greenberg y Ruhlen, partidarios de la monogénesis, sostienen que en las lenguas modernas existen suficientes evidencias para reconstruir parte de la lengua originaria o proto-mundo o proto-sapiens. Sin embargo, esta afirmación ha sido muy controvertida y las reconstrucciones practicadas por Ruhlen son frecuentemente descalificadas.
La hipótesis monogenética siempre ha encontrado mucha discusión y realmente existe poca evidencia lingüística sólida en su favor. Uno de los principales argumentos para sostenerla procede de la genética de poblaciones, ya que hay fuertes indicios que sustentan la hipótesis de que la especie humana habría surgido a partir de un reducido grupo de primates en África, que presumiblemente habría compartido una lengua, denomianda por algunos idioma proto-sapiens. El paleoantropólogo Richard Klein plantea que la habilidad humana de producir un habla estructurada compleja se desarrolló hace 50 mil años (con la aparición del Cro-Magnon). Sin embargo, el surgimiento de la especie humana no está relacionado por ninguna prueba o teoría sólida con el origen de la lengua y, en este caso, tampoco con el surgimiento de una única lengua original.
Poligénesis
La poligénesis indica el origen múltiple. Según esta hipótesis, hubo brotes lingüísticos independientes en cada lugar donde se iban estableciendo humanos sin tener previamente ningún habla. Indica que de África salió el ser humano sin idioma y después de establecerse en Oriente Medio, Europa, Asia y América, fueron surgiendo allí los distintos grupos lingüísticos actuales y extintos. La investigación moderna sobre lenguas criollas ha mostrado que a partir de un input lingüístico adecuado o pidgin, en una generación los niños desarrollan una lengua con gramática perfectament estable y definida. Las lenguas criollas son precisamente las lenguas históricamente surgidas de pidgins. Otro ejemplo notable es idioma de señas de Nicaragua que fue creado inconscientemente a partir de señas aisladas que no formaban un conjunto de reglas estables, y por tanto no constituían una lengua auténtica.
La maldita tesis
Hace 2 años
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